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11.07.2010

PARA EL PERDÓN

LA LEY DEL PERDÓN (1)
Hacer un llamado a la Ley del Perdón, es cumplir el Edicto Divino por el cual un individuo puede obtener transmutación de sus propias transgresiones personales de la Ley de la Vida, o la de cualquier otra vida para la cual él quiera pedirla. La aplicación de la Ley del Perdón es sencilla en extremo porque significa purgar al alma de todo karma como preparación para la completa sumisión del ser inferior al Cristo interno. El estudiante primero debe invocar la Presencia Divina "YO SOY" y luego a uno o más de los Seres Divinos del Séptimo Rayo, el cual es el Rayo de la Misericordia y el Perdón, y luego pedir la transmutación de todas las imperfecciones conocidas o no, en la perfección de alguna cualidad o virtud divina. La Ley del Perdón debe siempre preceder a cualquier forma de decreto hecho por un individuo o por un grupo.
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YO SOY LA LEY DEL PERDÓN Y LA LLAMA VIOLETA TRANSMUTADORA DE TODOS LOS ERRORES COMETIDOS POR MÍ Y POR LA HUMANIDAD EN EL PASADO. GRACIAS PADRE QUE ME HAS ESCUCHADO. (1)
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Solo por hoy NO pensaré en el pasa­do. No guardaré rencor a nadie. Practicaré la ley del perdón. Asumiré mis respon­sabilidades y no echaré la culpa a nadie por mis pro­blemas. Hoy comprobaré que DIOS me ama y me premia con AMOR.
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YO SOY LA LLAMA DEL PERDÓN QUE CONSUME TODO ERROR. (2)
Cada hombre es YO SOY que tiene un YO personal. Para que YO SOY pueda manifestarse es necesario que YO esté en calma. Repetir mentalmente, varias veces YO SOY, produce la calma en el Yo y en su intelecto. Aspirar, respirar y repetir conscientemente sintiendo la identificación:
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YO SOY LA PRESENCIA DIVINA EN MÍ (O EN TI). (2)
Elimina del interior los vicios y hábitos viejos. Todo hábito es una camisa sucia maloliente. La tristeza es hija del abuso; la alegría es el fruto del deber cumplido. Para ser alegre, y hay que ser alegre, es necesario eliminar los vicios y los viejos hábitos. Repetir:
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YO SOY LA LLAMA DIVINA QUE QUEMA Y CONSUME TODO ERROR DEL YO PERSONAL. (2)
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YO SOY EL AMOR, EL PERDÓN Y LA INDULGENCIA EN EL SER. (2)
Afirmar el amor es no herir al prójimo; afirmar el perdón es no tomar en cuenta el mal que, ignorantemente, nos hizo; afirmar la indulgencia es darle poder para que se corrija.
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YO SOY LA TOLERANCIA Y LA LEY DEL PERDÓN. (2)
No debemos juzgar nunca, porque no tenemos ningún derecho a hacerlo y porque no conocemos las condiciones o fuerzas bajo las cuales actuó nuestro prójimo. Juzgar es peor que asesinar, porque el pensamiento y el sentimiento de esta índole son un poder creador y vicioso, dirigidos al ser juzgado, le dañan obligándole a obrar según la energía acumulada en ellos y luego vuelven a quien los emitió, para destruirlo y destruir con él sus empresas y sus asuntos.
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YO SOY LA INDULGENCIA, LA TOLERANCIA Y EL PERDÓN. (2)
El hombre que juzga a los demás es porque tiene el mismo defecto. De esta manera podemos conocer al hombre a través de sus conceptos y juicios sobre los demás, porque así está admitiendo en sí mismo el defecto que está viendo en las otras personas. Jesús, el Ser más puro dijo: “Ni yo te juzgaré, mujer, vete en paz y no peques más”.
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Bibliografía:
1.- 4 en 1 Metafísica vol. 1-2, Conny Méndez

2.- Yo soy, Dr. Jorge Adoum, Mago Jefa

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