¿Cuánto
tiempo llevas posponiendo algo porque tienes miedo? A lo mejor tu trabajo no te
gusta y querrías un puesto de mayor responsabilidad o cambiar de trayectoria
profesional, o empezar tu propio negocio. Puede que quieras cambiar otro tipo
de situación no relacionada con tu trabajo, pero no te atreves, te da miedo,
¿verdad? Así que te pones todo tipo de excusas para posponer lo que quieres o,
simplemente, para no hacerlo.
Todos
tenemos excusas y miedos a los que, a veces, permitimos jugar un papel
importante en nuestra vida. Los conocidos “Sí, pero...soy muy joven, muy mayor,
no tengo suficiente experiencia, es demasiado tarde, cómo voy a cambiar de idea
ahora, no voy a tirar por la borda todos los años de estudio...” Puedes
encontrar todas las excusas que quieras. Excusas que te facilitan no tener que
abandonar lo conocido, no tener que probar nada nuevo, pero que suponen un
obstáculo a la hora de conseguir tus objetivos y sueños.
Si
el trabajo que haces no es lo que quieres, eso significa que pasas al menos
ocho horas al día haciendo algo que no te gusta, en un sitio que no te gusta y
sintiéndote culpable porque te gustaría estar haciendo otra cosa y no das lo
mejor de ti misma. Y si hablamos de otros aspectos de tu vida igual, te pasas
sufriendo la mayor parte del tiempo. ¿No te parece que ya es suficiente?
Si
realmente quieres hacer algo al respecto, es hora de dejar de quejarse y de
ponerse manos a la obra. Por supuesto es mas fácil decirlo que hacerlo, pero tu
desafío está en saber encontrar la oportunidad en estas circunstancias. Al
final, las excusas no son más que miedo y el primer paso a dar es identificar
qué es lo que verdaderamente te asusta. Estos son los miedos mas comunes:
● MIEDO A LOS CAMBIOS. A casi nadie le gustan los cambios y
mucha gente prefiere olvidarse de lo que realmente quiere antes que enfrentarse
a cualquier tipo de cambio. Sin embargo, los cambios no tienen por qué ser para
mal, al contrario, te pueden traer muchas cosas buenas (seguro que te acuerdas
de alguna ocasión en la que un cambio fue para bien). Por otro lado, los seres
humanos nos adaptamos a prácticamente todo y es algo a tener siempre en mente,
que nos adaptamos a las cosas nuevas y empezamos a considerarlas normales en
poco tiempo (y te lo dice alguien que ha cambiado de ciudad, de país, y de
carrera).
● MIEDO A LO
DESCONOCIDO. A veces
es difícil enfrentarse a lo desconocido, con el resultado de qué prefieres
quedarte cómo estás, aunque no seas feliz. Es a lo que estás acostumbrada, lo
que conoces, lo que puedes manejar y eso es más fácil que atreverse a dar el
salto a lo desconocido. Pero piensa, ¿te va a llevar a algún sitio quedarte ahí
sin hacer nada?
● MIEDO A COMETER
ERRORES. Todos cometemos
errores, somos seres humanos. Lo errores nos enseñan muchas cosas y al
contrario de lo que piensas, lo malo no es cometer un error, sino lo que haces
para remediarlo (si es que es necesario remediarlo). Así que no te preocupes
tanto por cometer errores, que para casi todo hay solución y que a base de
errores se aprende; por no mencionar las cosas que se han descubierto por error
(por ejemplo la penicilina).
● MIEDO AL ÉXITO. Mucha gente teme las supuestas
consecuencias negativas del éxito, los sacrificios que en teoría te va a
conllevar. Te convertirás en alguien egoísta, materialista, esnob...No tendrás
tiempo para tus seres queridos, y mucho menos para ti misma. Pero sabes qué, tú
tienes mucho más control sobre tu vida del que quieres admitir. Puedes decidir
cuáles son tus prioridades y ponerlas en primer lugar. Además, el éxito y el
dinero no te van a convertir en una mala persona si nunca lo has sido. Una vez
oí que el dinero te hace más de lo que ya eres. Así que si eres una buena
persona y te gusta ayudar a los demás, tener más dinero hará que puedas ayudar
incluso más.
● MIEDO A TOMAR UNA
DECISIÓN EQUIVOCADA. Para
muchas de vosotras tomar decisiones es un castigo. Quieres estar segura de que
sea la decisión correcta, la mejor. No quieres cometer un error del que te
arrepientas toda la vida, ¿verdad? Te equivocas, no necesitas la decisión
perfecta, sino una lo suficientemente buena, que se ajuste a tus valores y
necesidades. Además, la mayor parte de las decisiones (sobre todo las relacionadas
con tu carrera profesional) no son de por vida; en la mayoría de los casos
puedes cambiar de opinión. Y como mencioné antes, lo que realmente importa es
lo que hagas con las consecuencias de tus decisiones.
● MIEDO AL FRACASO. ¿Y qué pasa si fracasas? Aprenderás
la lección y no cometerás los mismos errores la siguiente vez. Hasta las
personas con más éxito han fracasado alguna vez. Así es la vida. Así que
simplemente ten en cuenta que el fracaso no es malo, es un paso más hacia el
éxito.
● MIEDO A NO ESTAR A LA
ALTURA. Te asustan la
alta responsabilidad, las expectativas, no ser capaz de hacerlo tan bien como
deberías, no triunfar en todo lo que hagas. Si has sido elegida para un puesto
de responsabilidad es porque te lo mereces, porque vales para ello. ¿O tú crees
que te lo habrían ofrecido si no fueras capaz de hacerlo?
Todo
el mundo ha tenido miedo en uno u otro momento de su vida y es normal. Lo que
es importante es identificar claramente cuál es tu principal miedo, para que
puedas racionalizarlo y descubrir cómo puedes sentirte mejor. Por ejemplo, si
tienes miedo al fracaso tener un plan b te hará sentir más segura.
Por
otro lado, ¿qué es lo peor que puede pasar? Considera estas preguntas: “¿Qué
pasaría si...?” Y entonces, ¿qué?...Y ¿qué? Por ejemplo, ¿qué es lo peor que
podría pasar si no fueras lo suficientemente buena para el trabajo? Me
despedirían. ¿Y qué pasaría si te despidieran? Me sentiría fatal, pero supongo
que encontraría otro trabajo. ¿Y qué? Supongo que no pasaría nada,
sobreviviría.
En
la mayoría de los casos, ese final tan temido no sería tan malo como esperas y
desde luego sobrevivirías. Si tienes claro qué es lo que quieres conseguir y
tienes una estrategia con objetivos realistas, serás capaz de, paso a paso,
seguir adelante a pesar del miedo. Ni siquiera tienes que superar los miedos,
no tienes que vencerlos; solo tienes que seguir adelante a pesar de ellos.
No
dejes que tus excusas y miedo te hagan conformarte con menos de lo que quieres
o, peor, con algo que ni siquiera quieres. Tienes derecho a disfrutar de tu
trabajo y de todas las áreas de tu vida.
¿Y tú de qué tienes miedo?
Autor: Aida Baida Gil