El Coaching y
las metas tienen una relación muy estrecha. De hecho, se podría afirmar que la
función principal de nosotros los coaches es la de ayudar a las personas a
lograr metas. Si lo piensas bien, en la vida todo son metas:
Graduarte del colegio, estudiar algo que te llame la atención, conseguir un
trabajo, ganar dinero, encontrar pareja, participar en una competencia, tener
más amigos, bajar de peso…. Como ves, son muchas las metas que se pueden
alcanzar con el Coaching.
Sin embargo,
no basta con que digas que lo quieres lograr, que contrates a un coach y te
sientes a esperar. Alcanzar las metas es un proceso complejo que va desde
imaginarte lo que quieres lograr, hasta celebrar que lo has conseguido. En el
camino además, es necesario que verifiques que las metas sean adecuadas para
ti, que las plantees de la forma correcta, que cuentes con las herramientas
necesarias para lograrlas y que mantengas la motivación. Aquí te dejo algunos
puntos que te pueden apoyar a lograr tus metas:
1. PONTE
METAS: Aunque te
parezca raro, muchas veces no logramos nada porque no nos proponemos nada. Trazarnos
metas es un factor de éxito determinante. Escribe tu meta y ponla en lugar
visible.
2. ALINEA TU
META CON TUS VALORES PERSONALES:
Los
valores personales son las cosas que son importantes para ti. Estos difieren de
los de tus padres, jefes o amigos. Para lograr metas es indispensable que
éstas se encuentren en sintonía con tus valores. Si no es así, no va a haber
poder humano, ni divino que te haga lograrlas. Investiga
cuáles son tus 5 prioridades en la vida y revisa que tu meta no vaya en
contravía de ellas.
3. ESTABLECE LAS
METAS DE LA FORMA
CORRECTA: Tu meta debe ser cuantificables, asimilables
y alcanzables. Cuantificables, para que puedas determinar
cuándo y cómo las logras. Asimilables, para que tu cerebro las entienda, y
alcanzables para que no hagas esfuerzos inútiles.
4. DISEÑA UN
PLAN DE ACCIÓN: Alcanzar una meta es trasladarte del punto en
el que estás, al punto que quieres llegar. Al igual que un desplazamiento
físico, llegar a una meta requiere de un plan para movilizarse: ¿Cómo te vas a
desplazar? ¿Cuándo vas a llegar? ¿Quién te va a
acompañar? ¿Qué necesitarás para desplazarte? ¿Qué obstáculos
podrías encontrar?
5. CREA UNA
ESTRUCTURA DE SOPORTE:
Un
bonito sueño y un plan de acción detallado para alcanzarlo, no bastan. Muchos
con el tiempo van perdiendo el entusiasmo y van dejando atrás lo que en otro
momento fue importante. Por eso es indispensable que crees una estructura de
soporte, que te recuerde tus propósitos, te levante cuando estés a punto de
caer, te premie por tus avances y te evite caer en tentación. Busca personas
que te apoyen tu meta, usa recordatorios para mantenerla en mente y mantén una
actitud positiva.
6. APÓYATE EN LO
QUE SABES HACER: Tu plan de
acción debe estar basado en tus talentos y destrezas. Inclúyelos en
la estrategia que estás diseñando para lograr metas y revisa que no aparezcan
cosas que te cuesten dificultad o te produzcan aburrimiento.
7. APRENDE DE
TUS LOGROS: En la vida has
coleccionado grandes y pequeños triunfos. ¿Te has puesto a pensar gracias a qué
lo has logrado? Vuelve a ellos y analiza qué características de
tu personalidad te ayudaron a alcanzarlos y qué estrategias podrías volver a
repetir.
8. APRENDE DE
TUS FRACASOS: También tienes una
colección de grandes y pequeños fracasos. Ya con distancia… ¿has analizado los
factores que te llevaron a ellos? Los fracasos están para enseñarte la forma
incorrecta de hacer las cosas. Aprende la lección y evítalos en el futuro.
9. REVISA TU
PLAN DE ACCIÓN:
El plan de
acción que te traces no está grabado en piedra con martillo y cincel. Es
posible que cosas que consideras viables al principio, resulten causando
dificultades al ejecutarlas. ¿Para qué persistir? También es posible encontrar
nuevas ideas o personas que puedan contribuir y te aligeren la carga. Vuelve a
tu estrategia y modifica tu plan hasta que todo fluya.
Sé flexible.
10. VE A TU RITMO: Lo importante
no es ganar, sino disfrutar del juego. No entres en un maratón por lograr tu
meta a una velocidad que después no podrás mantener. Trabaja a un
ritmo que sea sostenible en el largo plazo y que no te deje exhausto/a después
de unos días. De lo contrario lo único que vas a lograr, es agarrarle antipatía
a tu meta.
11. CELEBRA,
CELEBRA, CELEBRA: Esto es muy
importante, celebra cada paso que te haga avanzar hacia tu meta y cuando hayas
logrado tu meta has una celebración mucho mayor de una manera sana.